Cuántas veces nos hemos sentido impotentes ante las acciones de nuestros gobiernos... cuántas veces nos hemos sentido que el mundo que rodea nuestro contexto no entiende la forma de ser de cada uno de nosotros... cuántas veces nos hemos preguntado hasta cuándo pararán los ricos de hacerse ricos y los pobres de hacerse más pobres... cuántas veces hemos querido levantarnos en una revolución para cambiar las formas de gobernar, de predicar la religión, de entender todo tipo de música, cine, literatura... cuántas... cuántas.. cuántas veces...
Marjane Satrapi, una chava iraní, también se preguntó esto y lo vivió en carne propia. Como varias historias, decidió contar la suya de una forma peculiar: por medio del cómic; no un cómic de algún superhéroe con superpoderes, sino un cómic que cuenta las vivencias de una heroina real que padeció una guerra y una revolución, más tarde su vida es llevada al cine por medio de la animación: Persépolis.
Es increíble que en la actualidad los países no logren acuerdos para solventar los ataques. En las noticias internacionales es muy común ver que una país recibió el ataque de otro, que si los extremistas, que si los terroristas, que si los narcotraficantes, que si los Estados Unidos, que si... todos, absolutamente todos, buscan beneficiarse a costa de la vida de miles de seres humanos, por encima de la paz.
Satrapi -para mí- es la heroína de esta historia, porque tiene el valor de contar la historia de Irán e Irak desde su perspectiva, su niñez, su pubertad y así, sucesivamente, va describiendo las atrocidades de dos naciones que han erigido su poder por medio de la violencia y sangre. Muestra el choque cultural del occidente y el fundamentalismo islámico cuando abandona su país; se da el lujo de detestar a Dios y adorar a Karl Marx para después volver a hacer las paces con el Creador.
Con esta muestra de realismo puro se puede percibir que cuando los valores e idelogías que cada persona tiene basta para mantenerse a flote en medio de un mar de tiburones y pirañas que sólo buscan roer a los pueblos hasta saborear su última gota de paciencia, y por qué no, se puede plantear la lucha hacia el cambio donde cada ser sienta la unión y la hermandad para evitar y borrar el acto y la palabra denominada guerra.
Persépolis (película) parte 1 parte 2 parte 3 parte 4
Persépolis (OST) aquí
Persépolis libro 1 libro 2 libro 3 libro 4
Marjane Satrapi, una chava iraní, también se preguntó esto y lo vivió en carne propia. Como varias historias, decidió contar la suya de una forma peculiar: por medio del cómic; no un cómic de algún superhéroe con superpoderes, sino un cómic que cuenta las vivencias de una heroina real que padeció una guerra y una revolución, más tarde su vida es llevada al cine por medio de la animación: Persépolis.
Es increíble que en la actualidad los países no logren acuerdos para solventar los ataques. En las noticias internacionales es muy común ver que una país recibió el ataque de otro, que si los extremistas, que si los terroristas, que si los narcotraficantes, que si los Estados Unidos, que si... todos, absolutamente todos, buscan beneficiarse a costa de la vida de miles de seres humanos, por encima de la paz.
Con esta muestra de realismo puro se puede percibir que cuando los valores e idelogías que cada persona tiene basta para mantenerse a flote en medio de un mar de tiburones y pirañas que sólo buscan roer a los pueblos hasta saborear su última gota de paciencia, y por qué no, se puede plantear la lucha hacia el cambio donde cada ser sienta la unión y la hermandad para evitar y borrar el acto y la palabra denominada guerra.
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